Mi trabajo se centraba en que las películas responden al contexto social en el que fueron creadas, muestra modas y tendencias, movimientos con los que el público pueda identificarse. Así igual las adaptaciones y remakes de viejos cuentos. No muestran la trama original exacta, si no que la moldean y adaptan al momento de la historia en el que se vive, aun cuando por ello se modifique mucho la trama. El resultado de mi investigación me gustó mucho, y no sé por que, pero hace poco me acordé que aún lo tengo en mi computadora. Por ello, hoy y después de no haber publicado nada en mucho tiempo, les comparto un resumen de ese documento, con el cual, por cierto, obtuve un 10.
Debemos comenzar mencionando que fue a partir de 1803 cuando los hermanos Grimm, después de conocer en la Universidad de Marburgo (Hesse) a los poetas Clemens Brentano y Achim von Arnim, comenzaron a tener interés por los cuentos tradicionales. Jacob y Wilhelm empezaron a recopilar y transcribir los cuentos de la tradición oral en la zona burguesa de Kassel, marcada por una fuerte presencia de los hugonotes. Fue justamente de una mujer proveniente de una familia de hugonotes de quien obtuvieron gran parte de las historias recogidas en su libro “Kinder- und Hausmärchen” (Cuentos para la infancia y el hogar), dos volúmenes publicados en 1812 y 1815. La colección fue ampliada en 1857 y se conoce popularmente como Cuentos de hadas de los hermanos Grimm.
Los autores recogieron también algunos cuentos franceses gracias a Dorothea Viehmann y a las familias Hassenflug y Wild (una hija de los Wild se convertiría después en la esposa de Wilhelm). Pero para escribir un libro de cuentos verdaderamente alemán, aquellos cuentos que llegaron de Francia a los países de habla alemana, como El gato con botas o Barba Azul, tuvieron que eliminarse de las ediciones posteriores. La idea de hacer un libro sólo con cuento alemanes reforzaba el sentimiento nacionalista que surgía en dicha nación durante la ocupación francesa.
Las primeras ediciones no estaban dirigidas a un público infantil; en un principio los hermanos Grimm rehusaron utilizar ilustraciones en sus libros y preferían las notas eruditas a pie de página. En sus inicios nunca se consideraron escritores para niños sino folcloristas patrióticos. En aquella época Alemania había sido invadida por los ejércitos de Napoleón, y el nuevo gobierno pretendía suprimir la cultura local del viejo régimen de feudos y principados de la Alemania de principios del siglo XIX.
Sería hasta 1825 cuando los Grimm aceptaron publicar una versión condensada destinada para lectores infantiles. La Kleine Ausgabe (Pequeña Edición) contaba con 50 relatos con ilustraciones. Entre 1825 y 1858 se publicarían diez ediciones de esta Pequeña Edición, publicación que les generó mayor número de ventas. Una vez que los hermanos Grimm descubrieron a su nuevo público infantil se dedicaron a refinar y suavizar sus cuentos. Así, podemos resumir que la intención original de los hermanos Grimm era contar historias para adultos, y por ello se podían dar el lujo de incluir escenas violentas y sexuales.
Tal vez el cuento más famoso sea Blanca Nieves y los 7 enanos, que ha pasado por diversas adaptaciones modernas para adecuarse a las sociedades actuales. La historia de Blanca Nieves era un viejo cuento de la Edad Media que se transmitía oralmente y que, de muchas formas, no era considerado un cuento infantil. En el cuento original no hay madrastra, la reina malvada es la verdadera madre de Blanca Nieves, y al final de la historia, es obligada a usar zapatillas de metal al rojo vivo y bailar hasta morir.
Los Grimm querían provocar en esos adultos un sentimiento de orgullo por su cultura, sus tradiciones y su historia. Las moralejas bien podían pasar a un segundo plano, y tal vez por lo mismo no hacían una extensa descripción de sus personajes, ni física ni mental. Se limitaban a hacer menciones como “era la niña más hermosa”, “sus cabellos eran dorados como el sol”, o en el caso de “Hansel y Gretel” ni siquiera hacen descripciones y solamente dicen: “un pequeño niño llamado Hansel y una pequeña niña llamada Gretel.” Se supone que los cuentos fueron transcritos de lo que algunas personas comunes se ofrecían a contar, y tratando de conservar una esencia del pueblo alemán, decidieron en un principio mantenerlos y publicarlos de la forma más fiel a lo relatado. Posiblemente no creyeron necesario ser demasiado específicos en cuanto a sus descripciones para que los lectores los imaginasen de forma más libre, y tal vez, se imaginarán a ellos mismos. Podemos suponer que estos personajes serán caucásicos y tal vez rubios, por la zona europea donde se originan, y esto sólo refuerza la identificación que existiría entre el pueblo y las historias.
Ahora bien, los contextos sociales donde se desarrollaron las primeras adaptaciones son completamente diferentes al contexto original. En el caso de “Blanca Nieves y los siete enanos”, la primera adaptación cinematográfica fue la realizada por Walt Disney y estrenada en 1937. Casi todos los trabajos anteriores de Walt Disney eran, si no específicamente para niños, si con un contenido familiar, apto para todo público. “Blanca Nieves” era, casualmente, el primer largometraje completamente animado que harían los casi recién fundados estudios Disney. La escases de dinero que la crisis de 1929 había provocado, obligaron a Disney a reducir la historia al máximo, ya que plasmar todo el cuento en una sola película era algo que se salía de su presupuesto. El periodo entre guerras, y sobre todo la posibilidad de una segunda guerra mundial, motivaron a Disney a que su película fuese lo más alegre y familiar posible. Mostraba a la protagonista como una chica muy educada, tranquila y obediente, dispuesta a cumplir con todas las tareas del hogar, y lo único que necesitaba para ser feliz es que llegue el príncipe por ella (y lo canta en una canción.) Una mujer que sabe hacer todas las tareas domésticas, que es feliz haciéndolas, y que sólo aspira a una vida matrimonial, parece más un estereotipo femenino todavía del siglo XIX, que para los años 20s ya comenzaba a ser cuestionado en la sociedad norteamericana.
A pesar de ser una película de poco más de 70 años, su versión de Blanca Nieves sigue siendo todo un ícono femenino para el público infantil, si bien no con la misma popularidad y fuerza, pero todos podemos reconocerla, hemos visto su película, y probablemente sea la primera imagen que acude a nuestra mente al mencionar “Blanca Nieves”.
La siguiente adaptación cinematográfica sucede en 1961, con la película “Blanca Nieves y los Tres Chiflados”. Esta película tal vez sea la menos conocida de todas, pero su importancia radica en la forma en que fue adaptada en esa época, considerando una trama más bien cómica que dramática. Su mayor atractivo podría ser la inclusión de los famosos Tres Chiflados, sustituyendo a los siete enanos, ya que en los años 60s estos tres personajes eran muy famosos, sobretodo en Norteamérica.
Esta es una mezcla muy obvia entre lo pasado y lo actual. La historia de la película, que se ambienta en una época medieval, podemos encontrar actividades y actitudes típicas del siglo XX. Por ejemplo, los Tres Chiflados son cirqueros, estafadores que engañan a la gente vendiendo tónicos medicinales falsos, magos, y ventrílocuos; además de una importante presencia de patinaje sobre hielo en muchas escenas. Mitad musical, esta película conserva también muchos aspectos del viejo estereotipo de lo que debe ser una princesa, una reina e incluso un príncipe. Blanca Nieves sigue siendo una mujer sumamente pasiva, dócil, obediente y dispuesta a ayudar y complacer a los demás. Su actitud coincide mucho con la versión expresada por Disney casi 25 años antes. Completamente reprimida por su madrastra, sólo piensa en su desgracia, y aun cuando logra escapar, necesita a su príncipe para ser feliz. En esta versión el príncipe es mucho más participativo que en la versión de Disney o que el cuento original. Supuestamente es secuestrado desde muy joven, y son los Tres Chiflados quienes lo rescatan, pero pierde la memoria y nadie sabe su verdadera identidad, por lo que son los tres hombres quiénes lo crían. Así, podríamos decir que el príncipe forma un cuarteto con los Tres Chiflados. Este cuarteto parece ser más importante y participativo que Blanca Nieves, robándole su protagonismo dentro de la historia. Son precisamente sólo los hombres quiénes destruyen a la bruja (literalmente), salvan a Blanca Nieves y restituyen la paz del reino. La reina incluso tiene un ayudante (hombre) y es él quien realiza toda la magia, envenena la manzana y convierte a la reina en una anciana, despojando así al único personaje femenino del poder e independencia que poseía sobre sí misma.
Después, tenemos la adaptación de 1997, “Blanca Nieves: un cuento de terror”, largometraje que plantea una historia dirigida para un público adulto, lleno de ambientes turbios, misteriosos y sangrientos. Sigue estando ambientada en la Edad Media, y parece querer presentar la historia lo más real posible. Los siete enanos no son realmente enanos (sólo uno de ellos lo es físicamente), pero son un grupo de siete hombres que de alguna manera han sido alejados de la sociedad, algunos de ellos son ladrones, fugitivos, retrasados, rebeldes o violadores. Parece que esta película pretendía carecer de inhibiciones y mostrar una imagen completamente nueva (y tal vez revolucionaria) sobre el viejo cuento de Blanca Nieves.
Lo logra en varios sentidos, pero no del todo. Trata de alejarse de los estereotipos, y muestra a todos los personajes con virtudes y defectos; humanizan a los personajes y los alejan de esa idealización que socialmente concebimos sobre la princesa perfecta, la madrastra malvada y el príncipe azul. Blanca Nieves se muestra como una niña grosera y malcriada con su madrastra, algo que en una cultura actual sería completamente normal y comprensible, tampoco es la criada de nadie, no es dócil ni sumisa aunque tampoco es independiente (una imagen más realista de una joven de 17 años, lo que aparenta la protagonista) y el nombre de la princesa deja de ser Blanca Nieves y ahora se llama Liliana (un nombre mucho más creíble); la madrastra comienza siendo amable con Blanca Nieves e incluso parece que la aprecia y quiere llevarse bien con ella (aunque después se vuelve loca y psicópata); el príncipe no se enamora de Blanca Nieves de un día para otro, sino que se han conocido durante años, pide su mano formalmente, es seducido por otra mujer y al final es asesinado por la reina (algo completamente nuevo). Todo lo anterior es una forma de mostrar a los personajes de manera más real, de acercarlos con el público y facilitar una identificación.
La participación de los personajes cambia mucho en comparación de las versiones anteriores. Blanca Nieves no vive en la represión, muestra iniciativa y toma sus propias decisiones; no realiza tareas domésticas y una vez que escapa, no se dedica a limpiar la casa de los enanos, simplemente se queda ahí. Aun cuando la idea del matrimonio le agrada, su felicidad parece no depender de ella, es más, en el curso de la historia se enamora de alguien más (uno de los bandidos). Esta última idea, una chica buena y educada que se enamore del hombre malo y rebelde (que al final no lo es tanto), también pertenece al siglo XX, en historias como “Amor sin barreras” (“West Side Story”) de 1961; o “Vaselina” (“Grease”) de 1978. Su participación es mayor que en las versiones anteriores, y al final es ella sola quien se enfrenta y derrota a la reina. La participación de los hombres también cambia en esta adaptación.
El príncipe realiza mucho menos que en la cinta de 1961, pero se encuentra más presente que en la versión de los Hermanos Grimm. Los siete bandidos también tienen un papel menos importante, a excepción de aquel del que se enamora Blanca Nieves. En esta adaptación es la princesa quien vuelve a ser la protagonista y es ella quien vence a la madrastra y salva al reino. Todo lo anterior responde a una sociedad en la que el papel de la mujer se encuentra mucho más activo, los patriarcados son puestos en duda, los movimientos feministas son reconocidos, se habla sobre la igualdad de sexos, la mujer busca formar parte de la fuerza laboral y pertenecer a una economía activa.
En 2007 se estrenó “Sydney White”. Ambientada en una época actual, esta versión de Blanca Nieves ya no es una princesa en un castillo, sino una joven que ingresa a la universidad y trata de sobresalir por sí misma. Resulta una cinta del tipo chick flick, cinta con grandes tintes románticos, dirigida especialmente para mujeres.
En esta versión, son mucho más contrastantes los cambios que hay dentro de la historia y todo dentro de ella está completamente condicionado por una cultura norteamericana, acostumbrada a las fraternidades universitarias y a los concursos de popularidad, donde los elementos básicos del cuento infantil se han modernizado a su cultura. El personaje de la madrastra ya no existe como tal, y Blanca Nieves vive sólo con su padre; pero el personaje de una mujer mala y envidiosa sigue estando presente en una compañera dentro de la universidad, que casualmente es la chica más popular, lo que podríamos llamar una reina de la escuela. Blanca Nieves no es precisamente una princesa, no sabe de modales, ni tiene ropa bonita ni es muy femenina y tampoco es rica; su padre es fontanero y Blanca Nieves tiene gusto por ese trabajo también.
Aquí ya se aleja por completo del viejo estereotipo de princesa consentida, y más bien nos muestra a una joven común y corriente, cuyo poder radica en su habilidad de liderazgo y su empeño por alcanzar sus objetivos. Aquí, la reina es la chica más popular de la universidad, el príncipe es el chico más guapo y popular, los 7 enanos son 7 nerds rechazados, la manzana envenenada es un virus de computadora, Blanca Nieves se duerme debido al exceso de trabajo (pero sigue siendo el beso del príncipe lo que la despierta) y es ella quien vence a la reina en un debate político. Además, muestra un fuerte interés por un trato equitativo para todos los miembros del campus, lo que se traduce como la lucha de los derechos civiles, pero además muestra el interés de la protagonista en la política, algo que hasta ahora no se mostraba en ninguna de las versiones anteriores, ni siquiera la original, y son comportamientos que pertenecen casi por completo a esta época.
En el año 2012 se estrenaron dos películas basadas en la historia de Blanca Nieves. La primera fue “Espejito, Espejito”, protagonizada por Julia Roberts en el papel de la reina malvada. Es una versión interesante que raya en la comicidad y realiza algunas exageraciones. No pretende mostrarse realista, sigue manteniendo la línea de un cuento de hadas, adaptado más bien a un público juvenil o adulto, manteniéndose dentro de un contenido familiar.
A diferencia de la adaptación anterior, esta cinta vuelve a ambientarse en un escenario medieval y conserva los rasgos principales de la historia de los Hermanos Grimm. Nos presentan a una reina que sigue obsesionada con su belleza y siente envidia de Blanca Nieves pero no es del todo malvada, parece más malcriada y egoísta que malévola, pero sí maltrata psicológicamente a Blanca Nieves. Nos presentan también a una princesa tímida e inocente pero curiosa y con deseos de conocer el mundo, no es obediente todo el tiempo y cuestiona la autoridad de la reina. El príncipe tiene un rol más participativo aunque tiene una actitud más bien cómica y desentendida por lo que le resta seriedad a su personaje, mientras que los siete enanos son puestos como una banda de ladrones enanos (esta es la primera versión no animada en donde los siete enanos lo son de forma literal), pero a pesar de ser delincuentes ayudan a Blanca Nieves, la entrenan para luchar, y demuestran ser amables y buenas personas.
A pesar de los escenarios medievales, muchos comportamientos y actitudes de los personajes son más bien contemporáneos. Ya no es necesario mostrar a una princesa que simplemente quiere casarse y está esperando a un príncipe mientras realiza las tareas del hogar. Blanca Nieves quiere conocer el mundo, salir del castillo e independizarse, el romance surge de una forma más espontánea y no es una prioridad en su vida. Realizada para un contexto actual podemos decir que es muy entendible que se presente a un personaje femenino fuerte, con iniciativa y con la capacidad de luchar por lograr sus objetivos.
La segunda cinta cinematográfica estrenada en 2012 con este tema fue “Blanca Nieves y el Cazador”, en donde podemos encontrar muchas similitudes en cuanto a las adecuaciones y el replanteamiento de los personajes de la historia. Dirigida para un público joven o adulto, su contenido ya no es apto para toda la familia. Esta es una cinta mucho más dramática que la anterior y presenta además diversas escenas de acción. Al igual que la cinta de 1997, esta película pretende presentar una perspectiva completamente nueva y revolucionaria de la historia, pero la siguen mostrando como una historia llena de magia y fantasía, alejándose así de una realidad creíble.
Es ambientada en una época medieval, pero presenta grandes contrastes con versiones anteriores. Los personajes femeninos, Blanca Nieves y la reina, son mostradas extremadamente decididas, fuertes, e incluso peligrosas. Desde el principio, el narrador menciona que la princesa era de espíritu indomable, lo que presupone un peligro para la reina, pero eso sólo se hace evidente hasta que Blanca Nieves escapa de su encierro en el castillo por ella misma, sin ayuda de nadie. Aprende a luchar, quiere vengar el asesinato de su padre y reclamar el trono que le corresponde. Al probar su fortaleza, los hombres deciden seguirla y se vuelven su ejército, los guía a la batalla, se enfrenta a la reina y la derrota. A pesar de la gran cantidad de personajes masculinos que se presentan en esta cinta, la mayor importancia sigue cayendo en las dos únicas mujeres, y de ellas depende el destino del reino. Dentro de los personajes masculinos que nos presentan están: el rey, quien es asesinado por la reina; el hermano de la reina quien también es muy leal asistente; el cazador, quien se suponía debía matar a Blanca Nieves pero después se vuelve su protector y guía, e incluso se enamora de ella (y ella de él); el príncipe, quien conoce a Blanca Nieves desde la infancia, está empeñado en rescatarla y además está enamorado de ella; también están los siete enanos, que en esta versión también son todos enanos literalmente, y que también, como en casi todas las otras adaptaciones, son bandidos y ladrones pero quieren ayudar a Blanca Nieves y la siguen a la batalla.
Aunque Blanca Nieves recibe la ayuda de muchos hombres, no necesita que ninguno de ellos pelee sus batallas, es ella quien se enfrenta a la reina y ella sola la derrota. El viejo rol de Blanca Nieves desarrollándose dentro de tareas domésticas, ya fuere en el castillo o para los siete enanos, ha sido ignorado por completo, y ella jamás realiza tareas domésticas. Sus metas son más ambiciosas que simplemente casarse con el príncipe. Mientras que en “Espejito, Espejito” la historia finaliza en la boda entre Blanca Nieves y el príncipe, en esta versión la historia finaliza con la coronación de Blanca Nieves como la legítima reina, y en ningún momento se insinúa una boda entre ella y el príncipe (o el cazador), situación que sucede en casi todas las versiones anteriores. Todos los personajes son más radicales en esta última versión, más dramáticos, desafiantes e independientes.
De manera general, en esta época, ya no se tiene interés por damiselas en peligro que deban ser salvadas. Hay una tendencia por fortalecer cada vez más a las mujeres, tanto dentro como fuera de la pantalla. Actualmente vivimos en una sociedad en la que la mujer ya representa un porcentaje significativo dentro de la población económicamente activa y también dentro del sector poblacional que pretende una educación. Los porcentajes masculinos siguen siendo más elevados pero la diferencia se ha reducido enormemente si se compara con cifras de mediados del siglo XX (INEGI 2011) .
Una participación femenina tan activa dentro de la sociedad debe verse reflejada en los personajes que se muestran en pantalla, aun cuando se transgreda la historia original. Desde el público se alienta a la creación de personajes independientes con debilidades y fortalezas, y ellos mismos alientan la apropiación de estas actitudes dentro de su audiencia. Es muy obvio que la concepción original de Blanca Nieves, que data de hace 200 años, difiera en muchos niveles con las adaptaciones actuales, las cuales presentan grandes adecuaciones para encajar en la sociedad actual y ser aceptada por el público.