domingo, 15 de marzo de 2015

El Padrino: datos curiosos


La que probablemente sea una de las mayores películas de culto de la historia del cine, se estrenó un día como hoy del año 1972, en la ciudad de Nueva York (15.03.1972).
El film, magistralmente dirigido por Francis Ford Coppola, narra la historia de Michael Corleone, un hombre apartado de los negocios mafiosos de su familia, hasta que la vida de su padre, Don Vito Corleone, y la de toda su familia corren peligro debido a negarse a una alianza con un poderoso narcotraficante. 
Es una de las producciones más aclamadas y apreciadas de la cinematografía estadounidense y mundial, siendo considerada uno de los mejores filmes de todos los tiempos.
La película obtuvo 3 premios Oscar de la academia  en las categorías mejor actor, mejor película y mejor guion.  
Por todo lo anterior,hoy le dedicamos esta publicación en donde les contamos los datos curiosos que todo buen fanático de esta franquicia debería conocer.


 1. 

¿En qué “padrinos” de la vida real se basó Mario Puzo para el personaje? Pues en varios: las conexiones políticas del patriarca y su voz rasposa salieron de Frank Costello mientras que su habilidad para la diplomacia entre mafiosos tuvieron su origen en otro boss histórico Carlo Gambino. Otros fundadores de la ‘Cosa Nostra’ estadounidense, Joe Profanti y el mítico Lucky Luciano, aportaron los buenos modales del ‘Don’ y su condición de capo di tutti capi, respectivamente. Su nombre y apellido, finalmente, fueron una combinación del de Vito Genovese y de una población siciliana que aparece en la película.



 2. 

Mario Puzo, autor de la novela original no sabía demasiado de las cosas de la ‘Cosa Nostra’… Salvo en un aspecto: el escritor italoamericano era un feroz ludópata, y sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen. “Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas”, fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba The Mafia. “Toma doce mil quinientos y escribe el libro”, respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente El Padrino, estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times: ahí había tema..

 3. 

En realidad, Francis Ford Coppola no quería dirigir El Padrino. Lo que pasó fue no le quedaba más remedio: con 31 años y una carrera en el mundo de la serie B, el director estaba endeudado hasta las cejas por haberle producido THX-1138 a su amigo George Lucas, con lo que aceptó dirigir un filme que había sido rechazado por Sergio Leone Peter Bogdanovich. La razón de Robert Evans para elegirle fue, según sus palabras, que una peli de mafiosos dirigida por un italoamericano sería “lo bastante realista como para que se oliesen los espaguétis”. Y, claro está, que Coppola cobraría poco: su principal acreedora era la propia Paramount.
Coppola y Brando

 4. 

Tanto Coppola como Mario Puzo lo tenían claro: el actor de Un tranvía llamado deseo era el hombre idóneo para encarnar a Don Vito. Pero en Paramount no pensaban lo mismo: ¿te imaginas al Padrino encarnado por Laurence Olivier? ¿O por Ernest Borgnine? Pues todos esos nombres se barajaron en preproducción. Incluso se oyó hablar del mismísimo Frank Sinatra, el cual conocía el tema a fondo.

 5. 


Si los candidatos para el papel de Don Vito dan risa, los actores propuestos para dar vida al benjamín de los Corleone son, directamente, disparatados: desde Robert Redford (explicación: en la novela, Michael Corleone es rubio) al muy irlandés Ryan O’Neal, pasando por Warren Beatty, Dustin Hoffman, Martin Sheen Jack Nicholson (¡gulps!). Sin embargo, Coppola no cedió: si ese desconocido actor italoamericano (“Demasiado bajito”, decía Robert Evans) no entraba en el filme, él se largaría.

 6. 

Para que los productores se planteasen contratar a Brando, Coppola tuvo que ceder a tres condiciones: primero, el actor trabajaría por el salario mínimo. Segundo, pagaría de su bolsillo en caso de un retraso en el rodaje. Y, tercero, tendría que hacer una prueba de cámara. Cuando Coppola fue a su casa para grabarle, Marlon se presentó ante él hecho un hipster, con el pelo largo y vestido de corto. Pero, antes de que el director tuviese tiempo para desmayarse, Brando sacó al actorazo que llevaba dentro: oscureció su pelo con betún y se llenó la boca de papel higiénico, mientras repetía: “Es un bulldog. Parece malo, pero en el fondo es cariñoso”. En esa misma sesión, Brando improvisó la cascada voz del Padrino, y su forma de mover las manos. Cuando Coppola proyectó la cinta a Buldhorn, sin decirle de qué actor se trataba, el magnate exclamó: “¿Quién diablos es este viejo? ¡Es fantástico!”.

 7. 


Aunque, con el tiempo, las cosas han cambiado mucho, el actor joven más famoso que participó en El Padrino fue James Caan. El cual, considerado en principio para encarnar a Michael, se hizo con el papel de Sonny Corleone de una forma bastante peculiar: Robert Evans ofreció un ultimátum a Coppola diciéndole que, si Caan no entraba en el filme, Pacino se quedaba fuera. Tras unos cuantos portazos y llantos por parte del cineasta, el trato quedó sellado. Lo cual dejó fuera, no sólo a la opción de Coppola, un tal Carmine Caridi, sino también a otro jovenzuelo que daría mucho de qué hablar en el futuro.



 8. 

De todos los what if generados por el cásting de El Padrino, el más enorme es el generado por esta prueba de cámara: ¿qué hubiese pasado si Robert De Niro hubiese dado vida a Sonny? Pues, por lo pronto, que el actor se hubiese quedado sin encarnar al joven Don Vito en El Padrino II, un papel por el que se llevó el Oscar. No hay mal que por bien no venga…



 9. 

Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los principales enemigos de El Padrino no fueron sólo los ejecutivos de Paramount, sino también los propios goodfellas. El capo Joe Colombo a través de su organización-tapadera Liga Italoamericana, presionó públicamente para que la película no se rodase. Entre bambalinas, la cosa fue a más: todos los implicados en la producción sufrieron amenazas telefónicas, y se amenazó con boicotear el rodaje de forma ‘persuasiva’. La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y el boss arregló las cosas: El Padrino podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se mencionase la palabra "mafia".

 10. 

Johnny Fontane, está bastante claro, es un trasunto de Frank Sinatra. Pues el propio Sinatra era consciente de ello, y no le hacía gracia: ‘La Voz’ tomó medidas legales para detener el rodaje, y cuando una noche Mario Puzo y Al Rudi se lo cruzaron en un night club, les gritó “¡Les voy a partir las piernas! ¿Les pasó el FBI información para escribir el maldito libro?”. Ya sabemos que tus amistades mafiosas no tuvieron nada que ver con tu papel en De aquí a la eternidad, Frank, pero quien se enoja…


 12. 

godfather-notebook
Coppola se metió a fondo con el libro: llenó su ejemplar de anotaciones, modificó tramas y eliminó personajes y líneas argumentales enteras, consiguiendo (¡milagro!) un guión que respeta bastante el trabajo de Puzo y que al mismo tiempo funciona en la pantalla. Sin duda, su medida más sabia fue omitir la historia de Lucy Mancini, la amante de Sonny, que pese a aparecer brevemente en el filme cuenta en la novela con una trama ginecológica digna de un Cronenberg, con operaciones de reconstrucción vaginal y todo.





 13. 

Pese al perfeccionismo de Coppola, se le escaparon algunos gazapos en el guión. Por ejemplo, cuando el viejo Clemenza (Richard Castellano) explica a Michael Corleone cómo preparar los espaguetis perfectos, el guión indicaba: “tuesta un ajo picado”. Mario Puzo tachó inmediatamente el verbo de la frase, reemplazándola por “fríe un ajo picado”. Su explicación: “Ningún mafioso que se respete usaría la palabra ‘tostar”.

 14. 

Mientras los productores lidiaban con la Mafia, y Coppola con un rodaje que se adivinaba infernal, el (en teoría) imprevisible Brando se convirtió en el corazón de la película. Pese a su fama de difícil, el actor tomó bajo su ala a sus compañeros más jóvenes, aconsejándoles, cuidándoles y bromeando con ellos. Según recuerdan James Caan y Robert Duvallel punto álgido del cachondeo llegó cuando Brando y ellos organizaron un concurso de hacer ‘calvos’ en el plató. Siempre en palabras de Caan, Marlon se ganó el primer puesto mostrando su trasero a la cámara 500 veces en un día.

 15. 

El presupuesto de la película fue 6 millones de dólares.En la primera semana de estreno en Estados Unidos la película recaudó $302.393 dólares mientras que alrededor del mundo lo hizo con un total de $245.066.411 dólares.

 16. 


Coppola adquirió la macabra cabeza de caballo en una fábrica de comida para perros, para después convencer al actor John Marley de que utilizaría una cabeza falsa. El gesto de horror de Marley cuando vio un auténtico pedazo de cadáver equino a los pies de su cama queda fenomenal en la pantalla…

 17. 

Sin duda, la decisión de cásting más imprevisible de la película fue la del gato de Don Vito. Por más que Coppola afirme que incluyó al animal para mostrar las “garras” ocultas en el amable semblante del personaje, la verdad es menos pretenciosa: Brando encontró al micho deambulando por el estudio de Paramount, se encariñó con él y se lo llevó al plató. A Marlon se le debían dar muy bien los animales, porque (aunque eliminados en el doblaje castellano) los ronroneos del felino fueron tan intensos que obligaron a Coppola a doblar algunas frases de la escena. Por desgracia, el brillante y peludo actor no aparece en IMDb.

 18. 

Vito Corleone recibe su apellido del pueblo en la provincia de Sicilia del cual proviene, pues bien, los abuelos de Al Pacino son nativos de ese mismo pueblo, Corleone, Sicilia,

 19. 


Cuando Michael va al hospital a ver a su padre, para dar una mayor intriga al lugar, Coppola con la ayuda de George Lucas, añadió imágenes de pasillos vacíos extraídas del metraje sobrante cuando el personaje abandonada el encuadre.


 20. 

En la escena en que muere Don Vito Corleone mientras juega con su nieto, Marlon Brando llevaba puestos unos dientes improvisados con recortes de cáscaras de naranjas . Esos dientes de naranja estaban fuera de guión, para la escena estaba previsto que Don Vito jugara con su nieto y súbitamente muriera de un ataque al corazón. Pero previo al rodaje, Marlon Brando para ganarse la simpatía del niño con quien compartiría la escena, decidió jugar con él, para lo cual recortó una dentadura grotesca con las cáscaras de las naranjas que ya estaban dispuestas para la escena y jugó a perseguirlo como si fuera un gorila. Este juego gustó tanto a Coppola que lo incluyó en la versión final de la película.


Fuentes:
  • https://pensandoyescribiendo96.wordpress.com/2013/02/03/los-corleone-y-sus-secretos-20-datos-que-no-sabias-de-el-padrino/
  • http://gratisparatodos.blogspot.mx/2007/06/curiosidades-de-la-pelicula-el-padrino.html


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